Un sueño imposible by Barbara Cartland

autor:Barbara Cartland [Barbara Cartland]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela, Bantam
publicado: 2016-05-23T23:37:02+00:00

Capítulo 5

Antonieta se miró en el espejo y comprendió que nunca se había visto tan atractiva… casi hermosa, en realidad.

Casi no podía creer que aquélla fuera su propia imagen. El exquisito traje de novia que su madrina le había enviado de Londres, extremadamente elaborado era, sin duda alguna, el vestido que toda mujer sueña para el momento más importante de su vida.

Sobre la cabeza, llevaba un velo de encaje que había pertenecido a la familia del duque por varias generaciones, sujeto con una tira de brillantes en forma de guirnaldas de flores, que brillaba y lanzaba reflejos multicolores con cada movimiento que hacía.

—¡No pensé que pudiera existir algo tan bello! —dijo Teresa con voz llena de admiración, antes de dirigirse a la iglesia con su madre y las otras chicas.

Toda la familia se había quedado muda de asombro cuando Antonieta les comunicó, con irremediable turbación, que iba a casarse con el duque.

Cuando su madre regresó de Doncaster, y recibió la noticia, ella y sus hijas prorrumpieron en acalorados comentarios. Todas hablaban al mismo tiempo.

—¡El Duque de Axminster!

—¡Pero si casi no lo mencionaste en tus cartas!

—¿Por qué no nos habías dicho nada de él?

—¿Cómo pudiste guardar el secreto?

Cuando, al día siguiente, llegó la carta del duque dirigida a Lady Forthingdale, su señoría ya había conocido a la familia de Antonieta.

Antonieta esperaba que, como a ella, les cayera antipático, pero el duque las conquistó a todas sin remedio.

—¡Es tan apuesto! ¡Exactamente como debe ser un duque! —exclamó Cristina.

Teresa se había mostrado tan encantada con él que le pareció más romántico que todos los héroes acerca de los cuales había leído en las novelas.

—Dijo cosas muy agradables sobre papá —había dicho Lady Forthingdale más tarde, con un leve temblor en la voz—, y yo sé, Antonieta, que él es el tipo de marido que papá hubiera seleccionado para ti, de estar vivo.

En ocasiones, Antonieta hubiera deseado gritarles a todas que aquello era una mentira, que el duque no la amaba, y que si tuviera la oportunidad de hacerlo, se negaría a casarse con él.

Pero como se sentía tan culpable y vivía con el temor de que el duque pudiera descubrir su traición, se obligó a sí misma a interpretar el papel que se esperaba de ella.

El duque no sólo había sido muy amable con su madre y sus hermanas, sino que demostró hacia ellas una inesperada consideración.

Como se daba cuenta de que no tenían servidumbre, cuando iba a comer con ellas llevaba comestibles que no requerían cocinarse e insistía en que sus lacayos sirvieran la mesa.

Por primera vez en su vida, Teresa, Cristina y Patricia, comieron paté de foie gras, cabeza de jabalí, suculentos jamones, y aves cocinadas en una forma muy diferente a la que les había enseñado su niñera.

Les había llevado también frutas exóticas de los invernaderos de Lord Doncaster, así como costosos chocolates y bombones, que ninguna de las muchachas había probado jamás.

Cuando el duque descubrió que su futura suegra estaba interesada en la poesía, le trajo varios volúmenes, encuadernados

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